El Consejo Federal de Medicina (CFM) de Brasil aprobó el pasado 8 de abril una resolución que prohíbe el uso de bloqueadores hormonales en niñes y adolescentes.

La resolución eleva de 16 a 18 años la edad mínima para iniciar la terapia hormonal cruzada —la administración de hormonas sexuales para feminización o masculinización, de acuerdo con la identidad de género—, y de 18 a 21 años la edad mínima para realizar cirugías de “transición” con efecto esterilizante, es decir, aquellas que afectan la capacidad reproductiva.

“Los procedimientos quirúrgicos con efecto esterilizante solo se permitirán a partir de los 21 años. Las cirugías de ‘reasignación de género’ sin impacto en la fertilidad siguen autorizadas a partir de los 18 años”, dice el texto de la resolución.

La norma anterior, actualizada en 2020, ya prohibía el uso de bloqueadores hormonales antes de los 16 años, debido a sus efectos secundarios.

La prohibición de prescribir bloqueadores hormonales no se aplica a casos de pubertad precoz u otras enfermedades endocrinas, únicamente a aquellos que involucren a menores de edad que deseen realizar una transición de género.

Las nuevas reglas no se aplican a personas que ya estén en tratamiento con terapia hormonal o bloqueadores de la pubertad, sin embargo, ONGs que luchan por la defensa de los derechos de las personas trans han señalado que la normativa supone un retroceso en cuanto a derechos del colectivo.

La diputada Erika Hilton junto a la vereadora Amanda Paschoal (São Paulo) han demandado al CFM “por intentar prohibir que las personas trans tengan acceso a la salud y sean quienes son”.

“La Resolución 2.427, publicada recientemente por el CFM, impone barreras al proceso de transición, a la hormonoterapia y al acceso integral a la salud de las personas trans, e intenta, otra vez y de forma encubierta, presentar la transexualidad como un trastorno mental”, escribieron en una publicación en Instagram.

“Esta resolución es INCONSTITUCIONAL, pero no es la primera vez que el CFM publica una resolución ilegal para atentar contra el derecho de las personas sobre su propio cuerpo, restringiendo derechos y atacando a las minorías.”

Las parlamentarias hacen referencia a otras resoluciones del consejo que han sido criticadas por su carácter conservador. En abril del año pasado, la entidad aprobó un texto que prohibía a los médicos realizar la asistolia, procedimiento que provoca la muerte del feto, en embarazos de más de 22 semanas producto de una violación.

“No aceptaremos que los derechos de las personas trans y travestis retrocedan en nuestro país. Aquí no hay espacio para el odio ni para la mezquindad de quienes insisten en perseguirnos”, concluyeron.

Según miembros del CFM entrevistados por Folha de São Paulo, la medida sigue una tendencia internacional, con países como el Reino Unido y Suecia revisando los protocolos de transición de género para menores.

En diciembre del año pasado, el gobierno anunció la creación del Programa de Atención a la Salud de la Población Trans (Paes Pop Trans), pero la ordenanza que regula la iniciativa aún no ha sido publicada.