
El 7 de mayo, el Superior Tribunal de Justicia en Brasilia, la capital brasileña, emitió un fallo histórico que permite a una persona ser reconocida oficialmente como género neutro en su acta de nacimiento.
El caso involucra a una persona que inicialmente había solicitado ser identificada como hombre en documentos oficiales tras comenzar una terapia de reemplazo hormonal. Sin embargo, posteriormente apeló ante el Superior Tribunal para que sus documentos reflejaran con mayor precisión su identidad de género actual.
El tribunal confirmó que el caso está actualmente bajo secreto, lo que significa que los detalles legales no son de acceso público y el nombre de la persona no ha sido revelado a la prensa.
Durante el juicio, la ministra Nancy Andrighi destacó la complejidad de la situación vivida por la persona que solicitó la modificación. Para la ministra, la decisión representa una mirada atenta y humanizada hacia las cuestiones de identidad de género.
“Es una situación muy dramática. Esta persona debe estar sufriendo mucho. Someterse a una cirugía, tomar hormonas, transformarse en lo que pensaba que sería lo correcto para ella, y luego darse cuenta de que tampoco era eso [lo que imaginaba]”, afirmó Andrighi.
No existe una ley específica en Brasil que reconozca el género neutro en los registros civiles. Sin embargo, la sala del Superior Tribunal de Justicia (STJ) interpretó que el derecho a la identidad de género es una garantía de la dignidad de la persona humana, siguiendo los precedentes del Supremo Tribunal Federal (STF) sobre el derecho a la felicidad y a la identidad autopercibida.
El Consejo Federal de Medicina (CFM) tiene directrices más restrictivas para las terapias y cirugías de cambio de género, pero la decisión del STJ amplía el entendimiento jurídico sobre las diversas formas de identidad de género, incluyendo aquellas que no encajan en el modelo binario (masculino/femenino).
Esta es la primera vez que el STJ reconoce oficialmente el género neutro en un registro civil en Brasil.
Un panel de cinco jueces falló a favor de esta petición. Aunque la decisión podría ser revisada, marca un paso histórico en el reconocimiento de las identidades no binarias.