El actual gobernador del estado de Rio Grande do Sul ha registrado su precandidatura a las elecciones de 2026.

Eduardo Leite podría convertirse en el primer presidente abiertamente gay de la historia de Brasil. El pasado martes 20 de mayo, el político gaúcho anunció que ha registrado su precandidatura para las próximas elecciones.

Después de 24 años, Leite dejó el tradicional partido de derecha PSDB y se afilió al PSD, partido por el cual se presentará en las elecciones. “Sí, soy un precandidato a la Presidencia de la República. Busco ese camino. Es una aspiración legítima de quien fue alcalde, gobernador y quiere contribuir para lo mejor de Brasil”, declaró el gobernador en una rueda de prensa tras reunirse con los dirigentes de su nuevo partido.

Leite destacó que su candidatura no es solo un proyecto personal, sino un intento de presentar una alternativa viable a la polarización política que domina el escenario brasileño, refiriéndose a los grupos vinculados a Bolsonaro y a Lula da Silva. Según él, estos dos polos se sostienen en el intento de “destruir, o al menos, impedir al otro”, lo cual es insuficiente para el desarrollo del país.

En 2021, durante una entrevista en la principal cadena de televisión brasileña, TV Globo, Eduardo Leite habló públicamente por primera vez sobre su orientación sexual. La revelación fue celebrada por parte del espectro político, que vio la novedad como un avance.

Pese al hito, la comunidad LGTBIQA+ brasileña recibió el anuncio con recelo, ya que en esa ocasión el político declaró: “soy un gobernador gay, no un gay gobernador”. Además, Leite apoyó a Jair Bolsonaro en las elecciones de 2018 y nunca ha hecho declaraciones en favor de los derechos de la comunidad LGTBIQA+.

Tras el anuncio, Jean Wyllys, quien fue el primer diputado abiertamente gay del Congreso de Brasil, dijo que Leite nunca se había arrepentido de haber apoyado a Bolsonaro, quien había pasado décadas “perpetrando el tipo más vil y sórdido de homofobia”.

Wyllys afirmó: “Este tipo tuvo muchas oportunidades para defender a la comunidad LGBT y no lo hizo. Al contrario… fue bolsonarista hasta ayer —y probablemente todavía lo sea hoy—, porque en ningún momento ha retirado su apoyo a Bolsonaro. Así que no celebro esto. No formo parte de ese grupo de personas que están celebrando que este tipo haya salido del clóset como si fuera un gran logro para la comunidad LGBT de Brasil”.

Aunque no se haya posicionado como un aliado en favor de los derechos de la comunidad LGTBIQA+, la candidatura de una persona abiertamente gay a la presidencia marca un hito sin precedentes en la historia de la política brasileña. Actualmente, Erika Hilton es una de las diputadas más importantes de la escena política del país y ha estado al frente de proyectos de ley que defienden a la comunidad LGTBIQA+, así como de propuestas que buscan mejorar la calidad de vida de la clase trabajadora.