
En 2022, Erika Hilton hizo historia al convertirse en la primera mujer trans electa como diputada federal en Brasil.
Este miércoles, Hilton denunció que al solicitar el visado para viajar a Estados Unidos, las autoridades la identificaron con el género masculino en los documentos.
En su denuncia, la diputada calificó esta decisión, que atribuyó al Gobierno de Donald Trump, como un acto de “transfobia de Estado”.
Hilton, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), había sido invitada a participar en la Brazil Conference, un evento organizado por la comunidad brasileña en colaboración con la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Sin embargo, desistió de viajar tras recibir un visado que no reconocía su identidad de género. “Me preocupó el trato que podría recibir en el aeropuerto por parte de las autoridades estadounidenses, teniendo en cuenta que mi nombre es femenino y en el visado figuraba como masculino”, declaró en un mensaje publicado en sus redes sociales.
También escribió: “Eso ya está ocurriendo en los documentos de personas trans en Estados Unidos desde hace algunas semanas. Tampoco me sorprende el nivel de odio y la fijación que esta gente tiene con las personas trans. Al fin y al cabo, los documentos que presenté están rectificados, y estoy registrada como mujer incluso en mi partida de nacimiento”.
“Es decir, están ignorando documentos oficiales de otras naciones soberanas, incluso los de una representante diplomática, con tal de investigar si la persona, en algún momento, tuvo un registro diferente. Pero, al final del día, soy una ciudadana brasileña, y tengo mis derechos garantizados y mi existencia respetada por nuestra propia constitución, legislación y jurisprudencia”, concluyó.
Tras la denuncia de Hilton, otra diputada reveló que le había pasado lo mismo.
Duda Salabert, quien también fue elegida diputada federal en 2022, contó a través de sus redes sociales que también recibiría un visado que no reconoce su identidad de género: “La semana pasada, también fui informada por el gobierno de Trump de que mi visado llegará con el género MASCULINO”.
“Hace unos 15 días, fui invitada por una organización internacional a participar en un curso sobre desarrollo en la primera infancia, en colaboración con la Universidad de Harvard. Como mi visado estaba vencido, mi equipo inició el proceso de renovación ante el consulado estadounidense”, relató, y continuó: “Para mi sorpresa —y mi indignación—, me informaron que mi nuevo visado vendría con la indicación de género como MASCULINO, con la ‘justificación’ de que en Brasil es de conocimiento público que soy una persona trans. Es decir, mi identidad de género, reconocida legalmente por el Estado brasileño, sería simplemente ignorada”.
“Esta situación va más allá de la transfobia: es una falta de respeto a la soberanía de Brasil y a los derechos humanos más básicos”, dijo Salabert, que también solicitó el amparo de la Cancillería brasileña para resolver el asunto por vías diplomáticas.