El Papa León XIV ha reafirmado la oposición de la Iglesia Católica al matrimonio entre personas del mismo sexo.

El pasado viernes 16 de mayo, durante su primer discurso ante el cuerpo diplomático del Vaticano, el recién elegido Papa enfatizó que la familia debe estar fundada sobre la “unión estable entre un hombre y una mujer”.

También reforzó la postura de la Iglesia contra el aborto, afirmando la dignidad de toda vida humana “desde los no nacidos hasta los ancianos, desde los enfermos hasta los desempleados, ciudadanos e inmigrantes por igual”.

Aunque evitó hacer referencia directa a las bendiciones para parejas del mismo sexo, sus comentarios marcaron un retorno a una interpretación más conservadora de las enseñanzas de la Iglesia.

Su predecesor, el Papa Francisco, había adoptado un tono más inclusivo, permitiendo bendiciones limitadas y no litúrgicas para parejas del mismo sexo, sin modificar la doctrina.

El discurso de León, parte del protocolo formal posterior al cónclave, ofreció una primera visión de sus prioridades. Además de reafirmar las enseñanzas morales tradicionales, también hizo un llamado al uso ético de la inteligencia artificial, a la protección del medio ambiente y al diálogo respetuoso entre religiones.

La audiencia fue privada, pero el Vaticano publicó tanto el texto preparado por León como el del decano del cuerpo diplomático.

La Santa Sede es un estado soberano según el derecho internacional, mantiene relaciones diplomáticas con más de 180 países y goza de estatus de observador en las Naciones Unidas.