
La película, que ha sido un éxito al atraer a más de 620 mil espectadores a los cines brasileños, ya está disponible en la plataforma de streaming.
Ney Matogrosso desafió la represión política y, con sus performances, redefinió las nociones de género en América Latina.
Sangre Latina: La balada de Ney Matogrosso narra la historia de uno de los artistas más influyentes y provocadores de Brasil.
La película acompaña a Ney de Souza Pereira en un recorrido por las etapas más significativas de su vida: desde su infancia en el interior de Brasil, marcada por la rigidez de un padre militar emocionalmente ausente, hasta su adolescencia y posterior transformación en la adultez, donde desafiaría los prejuicios para consolidarse como una figura clave de la cultura.
El guion, inspirado en el libro Ney Matogrosso: A biografia, de Julio Maria, presenta la imagen pública de Matogrosso como el reflejo íntimo de sus batallas personales. El cineasta Esmir Filho se encarga de contar su historia, asumiendo tanto el guion como la dirección de la cinta.
Desde la mirada del director, la identidad artística de Matogrosso, caracterizada por una libertad radical, no se plantea como una simple elección estética, sino como una respuesta necesaria a toda una vida de confrontación con la autoridad, un tema que Esmir identifica como el núcleo de la historia.
Este eje temático se desarrolla a través de las relaciones clave que marcaron su vida: el conflicto fundacional con su padre, Antônio; la efervescencia creativa de su primera banda, Secos & Molhados; y el profundo amor y la pérdida experimentados en sus vínculos con otros hombres, incluido el cantante Cazuza y su compañero Marco de Maria.
La película retrata también la crisis del sida en los años 80, que impactó de forma profunda al entorno de Matogrosso, con una mirada sensible que se centra en el lado humano: el miedo, el estigma y la incertidumbre que vivieron quienes enfrentaron la enfermedad, sin convertirla en el único foco de la narrativa.
Jesuíta Barbosa encarna a Matogrosso en una interpretación elogiada por la crítica. El actor llegó a perder 12 kilos para conseguir una silueta similar a la del artista. También ha llamado la atención la recreación, con una precisión asombrosa, de las performances más icónicas del cantante.
Mira un fragmento de la película a continuación: